Los edificios escolares representan más del 12% del consumo energético de los edificios del sector terciario en Europa. Ante esta realidad, el proyecto CLIMACT propuso apoyar la transición para une economía baja en carbono en estos establecimientos.
Para ello, se realizaron una serie de auditorías en 39 escuelas pilotos, monitorizando su consumo de energía y agua, calidad del aire, gestión de residuos, movilidad, espacios verdes y compras sostenibles. Partiendo de ahí, se desarrollaron una serie de herramientas para optimizar dichos consumos e identificar las medidas a implementar, siendo estas, una plataforma de benchmarking que permite visualizar el impacto medioambiental de cada centro y compararlo con los demás y una herramienta de apoyo para la toma de decisiones, basada en el análisis del ciclo de vida y de costes. Para colmar el desconocimiento sobre financiación y legislación, se crearon guías de orientación metodológicas para modelos de negocio y estrategias de gestión energéticas así como una plataforma sobre recursos existentes. Otros de los grandes pilares del proyecto ha sido la capacitación del alumnado sobre cuestiones medioambientales para la cual se desarrolló una plataforma educacional en la que se incluyen herramientas educativas basadas en técnicas de aprendizaje activo y gamification y la academia CLIMACT que ofrece acciones de formación para todos los actores de la cadena de valor. Finalmente, se impulsó una red temática sobre economía baja en carbono en las escuelas, construida a través de la metodología LivingLab.
El proyecto CLIMACT ha gozado de un gran éxito con la capacitación de al menos 1887 profesores, 14193 alumnos y 6214 miembros de la comunidad escolar. A lo largo de los tres años de proyecto, se promovieron un total de 356 acciones que contaron con la participación de unos 23781 participantes, llevando a la mejora medioambiental del 95% de las escuelas participantes. Por otra parte, el proyecto ha participado en 3 premios europeos: Regiostars 2018 (preseleccionado), Slam de Interact 2018 (ganador del segundo premio) y EU Sustainable Energy Award 2019 (ganador del premio). El proyecto cuenta con varias publicaciones en revistas científicas y un informe LAYMAN.
Respecto a la continuidad del proyecto, se instalaron sensores en cada una de las escuelas que permitirán proseguir con el monitoreo energético de los centros. Cada centro contó con una estructura bajo carbono compuesta por un coordinador, una comisión y una brigada cuyos papeles fueron asumidos por profesores y alumnado y que se mantendrán en el futuro. Los productos del piloto han sido institucionalizados en Portugal por ABAE, responsables del programa ECO-Escolas. Asimismo, el Gobierno de Gibraltar ha institucionalizado todo el proceso creando el Programa de Escuelas Sostenible de Gibraltar, basado en la metodología CLIMACT.
