Los primeros resultados de los sitios piloto puestos en marcha en el marco del proyecto SocialForest empiezan a verse y traen buenas noticias. Por ejemplo, se obtuvo un 74% de éxito en la plantación de 500 encinas en una parcela con árboles debilitados, regeneración insuficiente y suelos empobrecidos, situada en el Parque de Naturaleza de Noudar. Esta acción está liderada por la Empresa de Desenvolvimento e Infraestruturas do Alqueva (EDIA), que combinó diferentes técnicas para recuperar una parcela de dehesa de encina en declive. La supervivencia de un porcentaje tan elevado de árboles plantados es un dato muy positivo y apunta a resultados prometedores.
El principal problema de la dehesa de encina es su declive generalizado, un fenómeno complejo causado por una combinación de factores, como el cambio climático, la mala gestión, las plagas y las enfermedades, entre otros. Su degradación conlleva graves consecuencias ambientales, económicas y sociales, por lo que este proyecto es especialmente importante para intentar evitar, minimizar o invertir esta situación.
Esta acción piloto, implementada en el invierno de 2025, incluyó las siguientes intervenciones: fertilización inicial del suelo con fosfatos naturales, plantación de 500 encinas con la aplicación conjunta de micorrizas e instalación de tubos protectores, colocación de protectores tipo Cactus, control de plagas mediante la instalación de trampas específicas para el Platypus cylindrus (una especie de coleóptero que afecta a las quercíneas), así como y riegos deficitarios de apoyo en verano (uno por semana durante cuatro meses).
Para recuperar el 26% de plantas que no prosperaron y con el objetivo de restaurar esta zona de dehesa en declive, está prevista una nueva plantación el próximo invierno.
Los resultados preliminares refuerzan la viabilidad de un proceso que EDIA pretende replicar en otras parcelas, contribuyendo así a mejorar progresivamente la salud de la dehesa.
Este sitio piloto en Noudar busca no sólo recuperar una parcela concreta, sino también demostrar que el modelo puede replicarse con éxito en otras dehesas ibéricas, ofreciendo soluciones reales para combatir el declive de este ecosistema. Quedará demostrado así que la recuperación de la dehesa es posible si se realiza una intervención temprana y coordinada, incluso en condiciones adversas.
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