Contaminación: «Hay que procurar el diálogo entre científicos y ciudadanos»

Interreg Sudoe (IS): ¿De qué trata SOIL_TAKE_CARE?

José Darrozes (JD): Nos hemos dado cuenta de que en Europa hay más de 30 000 lugares contaminados por las minas o las industrias y que no existe verdaderamente políticas sobre estos sitios. Hemos discutido con los actores locales y nos hemos percatado de que los estudios sobre la contaminación de suelos son muy caros. Por lo tanto, la idea aquí era realizar cartografías de la contaminación industrial y minera y proponer soluciones de seguimiento con costes relativamente bajos. Por lo tanto, hemos desarrollado herramientas que son utilizadas por países fuera de Europa, pero no en Europa, debido a la falta de información para poder determinar los riesgos para la salud.

 

IS: ¿Qué novedades aporta SOIL_TAKE_CARE?

JD: Las cartografías ya se hacían, pero eran más caras. Aquí, utilizamos captadores in situ que permiten hacer un seguimiento de una zona específica, según las condiciones meteorológicas del terreno, y ver su evolución a lo largo del tiempo, lo que no se hacía antes debido a los costes.

 

IS: Insisten en el bajo coste del proyecto:  cuando una ciudad, como por ejemplo Viviers, que ha implementado el proyecto, quiere aplicar estos métodos de descontaminación de suelos, ¿cuánto puede costarle? 

JD: En el caso de Viviers, con SOIL_TAKE_CARE, ha sido más o menos del orden de 20.000-30.0000€, pero esto es porque deberíamos realizar medidas para validar nuestras metodologías, lo que ya no es necesario. Nuestra metodología va a ser validada ahora y por lo tanto los costes de seguimiento se verán reducidos.

 

IS: ¿Qué os aporta el hecho de que el proyecto sea transnacional?

JD: En primer lugar, desde un punto de vista político, las situaciones son diferentes según el país. Por ejemplo, el interés por este tema en Portugal es bastante reciente. Y es precisamente el factor político lo que ha hecho que la transnacionalidad sea importante. Por otra parte, los puntos de vista y las especialidades de los socios del proyecto son muy diferentes, pero también complementarias, y así, el hecho de trabajar juntos nos ha permitido inspirarnos, adquirir nuevas formas de realizar y dirigir estudios más completos.

Irene Jubany (IJ): Nuestras cartografías se centran en problemáticas que afectan a Francia, España y Portugal. Hasta ahora, la manera de estudiar estas cuestiones era más local. Esta cooperación nos ha permitido por tanto ampliar nuestros puntos de vista. Por otro lado, en relación al aspecto social y al estudio de la población, esta cooperación nos ha permitido ver cómo una misma situación se ha experimentado dependiendo de las diferentes realidades culturales.

 

IS: ¿Qué habéis descubierto gracias a SOIL_TAKE_CARE?

IJ: Hemos aplicado metodologías de cálculo de riesgos que ya existían, pero que aún no se habían aplicado a casos reales. Esto nos ha permitido calcular mejor los riesgos y, en consecuencia, descontaminar mejor las zonas afectadas.

JD : En relación a la parte social, hemos podido observar que hay dos tipos de población: aquella que considera que la contaminación no es importante- y que se debe generalmente al hecho de que la asocia a beneficios económicos, y otra parte de la población que es más sensible a la contaminación, normalmente madres de familia. Desafortunadamente, es muy difícil cambiar las mentalidades, incluso si existen estudios que demuestren la realidad de la contaminación.

 

IS: Ustedes llevan a cabo investigaciones sobre la contaminación de suelos en relación con las actividades sobre los mismos. No hace tanto tiempo, no existía realmente información sobre los riesgos que estaba ligados. ¿De qué forma podemos asegurarnos que el ciudadano esté mejor informado y sensibilizado con esta realidad?

IJ: Nosotros, los científicos, deberíamos aprender a comunicar mejor y hacerlo con las personas que están sobre el terreno (los ayuntamientos, los técnicos, etc.) y los destinatarios de nuestros estudios más a menudo. Se trata de un trabajo muy importante.

 

IS : Hoy en día se habla mucho de “colapsología”, las comunidades se movilizan por el clima, etc. Según usted, ¿cuáles son las pequeñas acciones que podríamos llevar a cabo, tanto a nivel político como ciudadano, para frenar la contaminación de los suelos?

IJ: Hay que procurar el diálogo entre científicos y ciudadanos. Por ejemplo, si pensamos por un instante en el reciclaje, hay numerosas campañas sobre el tema y todos saben a día de hoy de qué estamos hablamos. En el caso de la contaminación de suelos, es diferente. Muchos no saben de qué estamos hablando. Algunas personas viven cerca de espacios contaminados y no son conscientes ni de las repercusiones que esto tiene sobre sus vidas. Igualmente, es importante que las administraciones públicas se involucren en ello, ya que la contaminación de los suelos tiene repercusiones directas e indirectas sobre nuestra salud.

 

Más información en http://soiltakecare.eu/