Si bien las compañías manufactureras tradicionales son conscientes de que la innovación es vital para abordar la crisis ambiental y así lo reflejan en sus planes estratégicos, muy pocas consiguen incluirla eficazmente en sus procesos productivos. En este sentido, dado que la innovación en un entorno corporativo se ve rápidamente obstaculizada por la complejidad y la duración de su implementación, son las startups quienes más están destacando en este campo, pues por su tamaño y modelo de negocio se adaptan mejor al cambio y a los escenarios disruptivos.
El proyecto SCAIRA, cofinanciado por el programa de desarrollo regional Interreg SUDOE 2021-2027 con 1.865.807,42 euros, tiene como principal objetivo asesorar a emprendedores en la creación y aceleración de startups en áreas rurales dentro del sector aeroespacial y automotriz.
La iniciativa, que se extenderá hasta finales de 2026 y está impulsada por un consorcio colaborativo de doce entidades de España, Portugal y Francia liderado por el polo de ingeniería aeroespacial Aerospace Valley, será desarrollada por cinco incubadoras, dos de ellas dotadas de infraestructuras de investigación. Los emprendedores podrán inscribirse a través de tres convocatorias, de las cuales se espera que cristalicen, al menos, 45 proyectos empresariales. Asimismo, cinco clústeres de los ecosistemas regionales de los socios identificarán los desafíos industriales, territoriales y ambientales.
Y es que, en los últimos años, se ha observado cómo las zonas rurales del sur de Europa han sufrido un aumento de despoblación y desindustrialización, con una disminución de la población del 0,1% anual (Eurostat, 2023). El programa SCAIRA será muy beneficioso para las regiones implicadas, ya que contribuirá a la expansión de su tejido productivo y empresarial gracias a la creación de empleo y el fomento de la cultura del emprendimiento verde.