Los estudios concluyen que un programa de ejercicio físico individualizado atenúa la discapacidad asociada con la hospitalización en personas mayores de 75 años. En concreto, un programa de ejercicio físico multicomponente, durante un periodo de ingreso hospitalario, puede ser muy eficaz en ese tipo de pacientes para evitar la disminución en la capacidad de realizar actividades de la vida diaria. También mejoraron otros aspectos como el estado cognitivo y la calidad de vida.
Estos resultados abren la posibilidad de que las unidades de hospitalización médica cambien su paradigma tradicional, centrado habitualmente en la enfermedad, a otro que reconozca el estado funcional de la persona como un signo clínico que puede verse afectado negativamente por esa hospitalización tradicional (clásicamente basada en el reposo en cama).
El proyecto PreDisc busca mejorar el modelo de atención al paciente anciano tanto en hospital como en la transición a atención primaria mediante la implementación de un programa de entrenamiento individualizado y la promoción de hábitos saludables. A través del desarrollo de una herramienta eHealth se favorecerá la promoción de hábitos para un envejecimiento saludable y activo, facilitando además la comunicación entre personal médico y paciente/familia. La estrategia incluirá el desarrollo conjunto del nuevo modelo de atención hospitalario para prevenir la aparición de discapacidad generada durante el periodo de hospitalización y mejorar la calidad de vida del paciente, optimizando recursos. Este nuevo modelo incluirá los puntos claves a tener en cuenta en cada hospital para aumentar su impacto: mayor eficacia en la asignación de recursos sanitarios, mejora de la calidad de vida de las personas mayores hospitalizadas, así como de las familias reduciendo su dependencia de personas que les cuiden. Esto reducirá la institucionalización de pacientes en residencias para obtener los cuidados adecuados favoreciendo el ámbito familiar.
Es necesario también desarrollar un nuevo modelo de atención al paciente en su transición a atención primaria o que acude a consulta (sin hospitalización previa), con el fin de prevenir la aparición de discapacidad como consecuencia de la hospitalización o generada por el propio envejecimiento. Este nuevo modelo incluirá los puntos claves a tener en cuenta en cada región y en cada sistema sanitario con el fin de aumentar el impacto social y económico, tanto de los sistemas sanitarios como de los pacientes. Así, a través de la estrategia y de su plan de acción, se favorecerá la igualdad de acceso a una intervención clínica con resultados demostrados, disminuyendo las diferencias en la atención hospitalaria entre los diferentes territorios, disminuyendo recursos relacionados con la salud.